La muerte de
su padre
Erase una vez un niño llamado Maicol, que vivía en un hogar muy humilde, amoroso y unido, él vivía con su mamá, su papá y su hermanita menor. Por diferentes circunstancias económicas un año después del nacimiento de su hermana debieron abandonar su finca ubicada en un pueblo.
Abandonar su finca y a sus amigos los animales le causó mucha tristeza, sin embargo cuando llegó a su nuevo hogar en el barrio María Auxiliadora descubrió su gran pasión y talento por el baile. Desde aquel día se dedicó a bailar y a sonreír mientras practicaba día tras día con su mejor amigo Stiven.
Maicol era un niño travieso, alegre, juguetón, le gustaba la danza y los superhéroes. El soñaba con algún día ser un superhéroe que salvará a los niños de tanto mal y peligro que había en el mundo.
Maicol compartía su gusto por el baile con su mejor amigo Steven y con su profesor y gran amigo Alda. Todos los días en las tardes, después de haber haber hecho sus deberes se encontraban los tres con otro grupo de niños y pasaban las horas bailando e inventando nuevas coreografías, soñaban con algún día llegar a una gran competición de baile.
En algunas ocasiones, le pedían a los papás de Maicol que fueran jueces de las competiciones que ellos mismos inventaban y con sus comentarios, consejos y gran cariño día a día los pequeños bailarines mejoraban aún más.
Un día, cuando tenía 6 años Maicol al llegar de la escuela a su casa encontró muchas personas y extrañado por tal reunión entró a su casa con curiosidad. Al entrar, vio que su mamá lloraba sin parar, al verlo su mamá corrió hacia él y lo abrazo tan fuerte tan fuerte que Maicol sin saber aún que ocurria rompió en llanto.
-
Maicol ven a tu habitación que debemos hablar - Le dijo su mamá mientras caían lagrimas de sus ojos.
Rosa (su mamá) lo tomó y lo sentó en sus piernas, mientras acariciaba su cara le decía:
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Hijo mío, tu papá ahora se convirtió en un angel y esta en el cielo.
-
y entonces ya no lo veremos más?- Maicol preguntaba mientras lloraba sin parar
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así es hijo, ya no está - dijo mamá
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y qué le pasó? por qué ahora es un ángel? - preguntó Maicol.
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hijo, unas personas malas le dispararon a tu papá, pero tenemos que ser fuertes y tienes que prometerme que estudiaras y seras un gran ejemplo para tu hermana, para que tu papá se sienta orgulloso de ti.
-
Claro que sí mamá, ahora que soy el hombre de la casa las cuidaré más que nunca. - decia mientras seguía llorando.
Aunque Maicol intentaba ser fuerte, estaba profundamente triste, así que decidió que ya no quería bailar más. Desde aquel día Maicol no volvió a ser el mismo niño alegre de siempre, sus amigos lo veían estudiando y llorando a través de su ventana todos los días y aunque intentaban invitarlo a bailar, nunca salía.
Afortunadamente Stiven y Alda idearon un plan. Así que fueron a casa de Maicol pidiéndole que los acompañara y también prometiéndole que no iban a bailar.
Tardaron unos cuantos minutos intentando convencerlo, hasta que Maicol aceptó porque su mamá le dijo que fuera con ellos. Lo llevaron cerca a un balde lleno de agua y le preguntaron:
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Cuando ves tu reflejo no ves a tu papá de chiquito?
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El con lagrimas en los ojos dijo, sí sí lo veo.
-
Así es Maicol, tienes un gran parecido a tu papá y siempre quedaran todas sus historias y momentos juntos en tu corazón. Pero…. piensa, crees que a tu papá le gustaría verte bailar o cumplir tu sueño de ser un superhéroe y bailar hasta llegar a una gran competición?
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Maicol secó sus lágrimas y dijo: Así es si yo estoy triste mi papa también, entonces voy a bailar hasta llegar a una competición en otro país y seré un gran superhéroe para que mi papá se sienta orgulloso de mi.

