Erase una vez un niño llamado Maicol, vivía  en una pequeña finca ubicada en un pueblo muy cercano a la ciudad de Medellín. Maicol vivía junto a su papá, su mamá y un par de amigos con los que día a día emprendía  asombrosas aventuras.

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Sus amigos no hablaban como él, sino que emitían sonidos y algunos caminaban en cuatro patas. Los compañeros de aventura de este pequeño niño eran; un caballo, un cerdito, una vaca y una gallina con sus pollitos. 

 

Todos los días Maicol se levantaba le daba un beso a su mamá, otro a su papá y se iba a estudiar a la pequeña escuelita que tenía este pueblo. 

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En las tardes, no veía la hora de llegar a casa para imaginar nuevos viajes a tierras lejanas y desconocidas junto a sus amigos los animales, después de jugar, bailaba durante varias horas, hacia sus deberes, ayudaba a su mamá y se iba a la cama para iniciar un nuevo día. 

 

Un día, al regresar de la escuela sus padres lo esperaban con una noticia que lo haría muy feliz. Pronto, Maicol iba a tener una hermanita y se convertiría en hermano mayor!

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- Que bien! Ahora seré todo un capitán, la voy a cuidar, le voy a enseñar a bailar, emprenderá nuevos viajes con nuestros amigos los animales y escúchenme bien! Ahora que tengo 4 años y seré hermano mayor, soy  yo quien con mis pasos de gran bailarín guiaré a esta familia. Síganme todos! 

 

Sus padres se echaron a reír por todas las ocurrencias que Maicol decía, los hacía muy feliz que su hijo estuviera tan emocionado por recibir al nuevo miembro de la familia. Mientras sonreían lo veían alejarse bailando a donde sus amigos los animales a contarles la gran noticia. 

 

Durante un año Maicol le ayudaba a  Rosa (su mamá) a cambiar los pañales de su hermana, a dormirla y un día hasta se la presentó a sus amigos los animales. Hasta que un día, al llegar de su escuelita, sus padres lo esperaban con una noticia que cambiaría su vida. 

 

- Maicol debemos irnos un barrio en Medellín, ya no tenemos dinero y allí podremos encontrar nuevas oportunidades de trabajo para tu mamá y para mi- Le dijo papá. 

 

Maicol con lágrimas en los ojos preguntó:

 

- ¿Y mis amigos? 

 

- Hijo tus amigos deben quedarse acá en el pueblo con nuestros vecinos. No podemos llevarnos animales a una casa tan pequeña! Vamos a ir a un barrio llamado María Auxiliadora y allí no podremos llevar a tus amigos, nos vamos mañana así que es momento de despedirse - Le dijo mamá.

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Maicol lloraba sin parar pero entendió que sus papás lo hacían por su hermanita y por el. Así que fue y se despidió de sus mejores amigos de aventuras, empaco maleta y aún con lágrimas en los ojos imagino cómo sería su nueva vida y descubrió en el fondo de su corazón que se emocionaba un poco por su nueva casa y se preguntaba si allí habrían niños que les gustara el baile tanto como a él. 

 

Al día siguiente emprendieron su camino y llegaron a su nuevo hogar ubicado en un barrio popular llamado Maria auxiliadora.